Skip to main content

Mirá y escuchá el video

Lee la nota

El impacto del dólar en la inflación y los desafíos económicos hacia las elecciones

El incremento del dólar en julio, que alcanzó aproximadamente un 14%, abrió el debate sobre cuánto de esa suba se trasladará finalmente a los precios. Según analistas, el efecto no sería tan relevante como podría suponerse, en gran medida por el contexto de débil demanda en varios sectores de la economía.

El economista Gabriel Fridrij explicó que, en condiciones de mayor actividad, el llamado pass through —el traslado de la devaluación a los precios— sería más alto. Sin embargo, “hoy los mercados no convalidan aumentos porque la demanda es débil”, sostuvo. En ese sentido, estimó que el dato de inflación que dará a conocer el INDEC rondaría el 1,2%, después de haber sido del 1% en mayo y del 1,6% en junio.

Quién absorbe los costos

En esta etapa, a diferencia de épocas anteriores, no es el consumidor quien soporta la totalidad de los aumentos. “Son las empresas las que están resignando parte de sus márgenes. Si el mercado no paga los nuevos valores, los costos deben absorberse internamente para mantener la actividad”, señaló Fridrij. Esta situación, que se arrastra desde hace al menos nueve meses, ha llevado a una reducción sostenida en la rentabilidad empresaria.

Rotación y financiamiento

Ante un consumo retraído, muchas compañías buscan sostener su negocio mediante una mayor rotación de mercadería, aún con precios que crecen a menor ritmo o, en algunos casos, con procesos deflacionarios. No obstante, la suba de la tasa de interés complica el panorama: encarece los créditos personales, los giros en descubierto y el descuento de cheques. “Es una combinación compleja: menos consumo y mayores costos financieros”, advirtió el economista.

La madre de las batallas: la inflación

De cara a las elecciones de medio término, Fridrij subrayó que “la inflación es la madre de todas las batallas para el gobierno”. Si bien el objetivo inicial era lograr un índice anual menor al proyectado, las estimaciones actuales ubican la inflación de punta a punta de 2025 en torno al 28% o 30%, lejos del 117% registrado en 2024.

El desafío oficial será mantener la cotización del dólar estable, reducir progresivamente las tasas de interés y sostener el equilibrio fiscal. Al mismo tiempo, el Gobierno nacional buscaría incentivar el consumo interno y mejorar la balanza comercial con mayores exportaciones.

De la estabilización a la reactivación

Según el economista, la primera etapa de gestión estuvo marcada por la estabilización de variables críticas, como el déficit fiscal y la inflación. Ahora, la prioridad debería pasar a la actividad y al consumo. “No creo que se pierdan dos años más. El gobierno intentará equilibrar el consumo y la producción, manteniendo siempre como ejes centrales la disciplina fiscal y la reducción de la inflación”, concluyó.

Gabriel Fridrij
Director Authentica Consulting